La diferencia de la gravedad en mí con el resto de las personas, es que no sólo me mantiene en la tierra, sino que además, me ha detenido, como por capricho del destino, arte de magia, coincidencia y/o casualidad, en Cauquenes, mi amado lugar, mi querido reino.

Será tanto el amor por esta tierra y sus particulares habitantes, que me busco la excusa para quedarme y cuando al final he decidido partir, son las circunstancias las que se paran frente a mí para impedirme emprender el viaje “final”.

Será que aún me queda algo importante por hacer? Será que inconcientemente quiero realizar algo y dejar huella? Será que mi manía de no ser uno más, aunque con ello me gane el amor y el odio? Es que prefiero eso a pasar desapercibido, eso jamás! Lo real es que algo me detiene, algo me impide poder salir, liberarme.

Ya es junio y mi meta hace un tiempo (luego del terremoto) era estar en Santiago, buscando posibilidades, terminando mis cosas pendientes, encontrando aquellas gotas que logren ir llenado mi vaso, aquella luz que me siga guiando, pero no, aquí estoy y al parecer por un tiempo, cuanto? La verdad no lo sé.

Tenía pensado irme, incluso hablé con mi jefe en la radio explicándole mi intención, estaba decidido, y fue ahí cuando apareció la idea de organizar este mega evento para apoyar a los afectados por el terremoto, busqué entre mis contactos y la idea se convirtió en proyecto y luego ya estaba encaminado en eso y hoy me dedicó de lleno reorganizando mis tiempos.

Además llegó la posibilidad de hacerme cargo de la edición de un periódico, como editor y diagramador, un periódico impreso en el que ya estoy trabajando. Sumémosle a eso el ofrecimiento de ser entrenador de arqueros (niños) en una escuela de fútbol, para más tarde ser convocado a la selección de fútbol de la ciudad, como ven ofertas que no se pueden rechazar y mi plan nuevamente y en forma automática se tuvo que aplazar.

Mi anterior viaje a la capital, en abril, tuvo varios motivos; ir a un concierto (2 Many Djs), relajarme, hacer visitas protocolares con intención de aclarar el panorama de oportunidades y buscar esa luz, que finalmente por diversas razones no pude encontrar. Eso quizás también bajó mis expectativas de irme, no lo sé, pero por algo, sigo aquí.

Como dije, algo debo terminar, algo debo hacer, dejar huella, entregar o realizar, por ahora estoy en eso, haciendo, realizando, luchando, sé que se acerca la fecha de marchar, pero algo debo dejar y algún día regresaré, para volver a levantar esta tierra hermosa que aquellos mediocres no han tenido la valentía, la fuerza, la voluntad ni menos el honor de realizar.

Es sin duda mi gravedad territorial, la que me ata y no me permitirá jamás olvidar este mágico lugar.

Den-Sahr - El gran caballero aún vive...